martes

Etapa 2 Eremo de Cerbaiolo..Sansepolcro - Parte 3ª



Una vez en la puerta llamamos al telefonillo.



En la puerta del convento esta cruz Tau con estas bonitas letras…lastima que algún pirado la quemara.



Justo al lado está la iglesia que en cuanto nos atendieran iríamos a visitar….Por fin salio una señora, se llamaba Morena y nos dijo los precios, le comentamos que dependíamos del resultado del médico del hospital y quedamos en llamarla en cuanto lo supiéramos.



Cartel de la iglesia.



Pequeña iglesia pero muy bonita, lástima que con el ojo malo no veo si salen bien las fotos, esta sería la tónica, aun así saqué bastantes… pero casi todas inservibles.



Carteles con la peregrinación de San Francisco, también es usual verlos.



Y ¡cómo no! los ojos de buey que están en todas las iglesias.



Desde el convento nos fuimos a la muralla para entrar por la puerta de Florencia…esta ciudad aun conserva parte de su muralla, como algunas ciudades de España.


Fue casualidad encontrarnos con las mismas mujeres que nos indicaron como ir de la iglesia de San Francisco al convento Capuchino, aquí siguieron ayudándonos, nos mandaron a una pizzería cercana pues no habíamos comido.


Cogimos las pizzas y algunas cosas más y nos sentamos en las mesas de la calle a comer, y como veis se acercó a la comida este gato vagabundo….que degustó la pizza.


Después fuimos a ver la iglesia de San Agostino y a sellar, cosa que fue imposible…las iglesias están abiertas pero nunca hay nadie.



Interior de la iglesia de San Agostino, destacaba por la luz interior…los tonos grises claritos y blancos dan esa visión clara .



También es usual ver a modo de pergamino una explicación de año de construcción y como se construyó.



En la misma calle de la iglesia está, creo, la mejor heladería de Italia….aquí fue donde degustamos helados de nocilla (Nuttela) y de otros muchos sabores…todos buenísimos…además la señorita nos trato de maravilla…creo que ese día fuimos sus mejores clientes.



Después del helado, salimos dirección al hospital, se acercaba la hora de la segunda cura, creo que no os podríais imaginar lo que escocían las curas hasta que hacia efecto la anestesia…mejor que no lo sepáis nunca.



Pasar por las calles ya conocidas es un placer, además ya sabemos el camino al hospital….y por supuesto ya no está el mercadillo.


Cuando llegamos al hospital estuvimos de nuevo en urgencias…hasta que llego el doctor …de ahí le acompañamos a el otro ala del hospital y tras esperar en la sala por fin nos llamaron, yo estaba ya en las ultimas, el dolor cada vez era mayor, pues se había pasado el efecto de la anestesia …pero a la vez estaba pensando lo que dolería la siguiente cura…por fin me curaron y salí  casi llorando….no se sí de dolor o de rabia, por no saber que hacer ahora.



Después de las curas nos dirigimos al centro, a la calle peatonal para buscar algún sitio donde pasar las horas hasta la próxima cura.



Lo que mas me apetecía era comerme un helado, hacia calor y teníamos que hacer tiempo hasta la próxima cura…casi llegando a la heladería noté que la bici se iba para todos lados….había pinchado…



Después de arreglar el pinchazo en un banco cercano….para reponer fuerzas nos comimos otro helado...ya dije que hoy seriamos sus mejores clientes y no me equivoqué.



Con todo listo fuimos a la tienda de bicis pues me sonaba un ruido al pedalear, aquí vemos a María antes de pasar el arco o puerta de Florencia…en la tienda de bicis nos trataron de maravilla ...ellos también habían hecho el camino de Santiago, y sin embargo nunca hicieron el de San Francisco pasando este por su pueblo.


La tarde se nos pasó volando, entre el pinchazo, la tienda de bicis e ir a ver un convento en el centro de la ciudad se nos echó el tiempo encima…y se acercaba la hora de la cura, por lo que nos vamos para el hospital, a estas horas las calles comienzan atener mas vida  y ya sabemos el camino de memoria.



Llegamos a las curas y desde allí fuimos de camino al convento, pasando antes por la farmacia a comprar los medicamentos, las curas tenían que ser cada 3 ó 4  horas según fuera el dolor…en ese momento hacía mucho bochorno y caían unas gotas.



La dura cuesta para subir al convento nos puso por segunda ver a empujar la bici.



Dejamos las bicis dentro del patio, y nos quedamos mirando todo, es curioso todos los conventos mantienen un patio interior con este tipo de soportales…y ¡cómo no!... el pozo.



Por fin en el convento… las vistas eran increíbles.



Un vergel de verdor, árboles frutales, viñedos, solo salpicado con el rojo de los tejados y la torre de la iglesia.


En esta foto podéis ver a Morena…esta mujer era como la encargada de mantener el convento tanto en las comidas y cenas…como en el resto de cosas…vamos que lo hacía todo.



En la parte del sótano estaba el lavadero, donde Maria lavaba la ropa del día.



Estuvimos escurriendo la ropa para que se secara antes, pero la duda de si llovería esta noche rondaba en nuestras cabezas.



Tendimos la ropa, pero sin saber que hacer pues caían algunas gotas, y el tendedero aunque tenía techo este estaba muy alto y seguro que si llovía se mojaría todo.



Al fondo se podían ver las nubes tormentosas acercarse, en nuestra dirección.



El convento tiene un terreno bastante grande de su propiedad totalmente vallado…dentro parece un vergel de todo lo que puede producir, comida, parras de vid , calabacines, tomates, ciruelas etc.….



Aquí podéis ver el despacho de Morena, sencillo como ella.


Llegó la hora de la cena, esta fue todos juntos en el salón comedor del convento, el padre se apresuró mucho en cenar pues tenía que estar dar la misa en la iglesia del convento.



Este día no era un día cualquiera, con todo lo que me había pasado, al final y gracias al cumpleaños de Morena pude sonreír un poco. Le tenían preparada una sorpresa de cumpleaños y cuando acabamos de cenar sacaron la tarta…nosotros no supimos nada hasta ese mismo momento, de haberlo sabido le hubiésemos comprado algo….le mandaré esta foto para que tenga el recuerdo  de su cumpleaños..
En la foto podes ver la cantidad de cuadros que había de San Francisco de Asís y de otros franciscanos.
Después nos despedimos de todos y nos fuimos a nuestra habitación.




Ya en la habitación María y yo nos preguntábamos que hacer, sin encontrar respuestas, así estaban las cosas, en el hospital me dijeron que si me dolía que mañana acudiera a curas, pero claro eso suponía estar otro día mas en Sansepolcro, y no es que estuviéramos mal, pero teníamos que tomar una decisión… seguir o regresar a La Verna….mi cabeza era todo confusión, a veces sí… a veces no…Al final le dije a María que ahora no era momento de pensar que hacer…era momento de descansar y dependiendo de cómo pasara la noche y como amaneciera …nos quedaríamos para las curas o seguiríamos….pero mis miedos eran si vería lo suficiente para seguir el camino.
Pero aun faltaba una alegría, sonó el móvil y eran Fulvia y Lucca para preguntarme como tenía el ojo…que lástima no compartir mas días con estos dos grandes amigos peregrinos.
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1 comentario:

  1. Os estoy imaginando en ese dilema, seguimos, lo dejamos.. qué hacer en momentos así??... la mejor decisión es descansar y al día siguiente pensarlo mejor, pero eso seguro que sólo es de palabra, lo realmente duro va por dentro de uno... Todo camino que se precie no es de un solo sendero, en cualquier momento surgen bifurcaciones y hay que tomar decisiones, es igual que la vida misma, podemos equivocarnos y escoger el que no conviene, o el que va a ser el mejor de nuestra vida... pero siempre, siempre... hay que seguir caminando!!... ¡¡¡al menos aqui os tomasteis unos ricos helados!!! ;)

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